El transporte de cargas es el segmento que más sufrió la crisis del gasoil
El «Mapa de abastecimiento de gasoil», creado por técnicos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), en abril reflejó desde entonces las dificultades en el abastecimiento de combustible –gasoil grado 2- que afectaron a todo el país y que tuvieron el momento más crítico en junio, cuando los 24 distritos del país registraron problemas de diferente magnitud.
El «semáforo virtual» que se conforma a partir de las respuestas de conductores y propietarios de camiones de algunas de las 4.500 PyMES que integran las 44 Cámaras de transporte nucleadas en FADEEAC, identifica con verde pleno a la provincia que no tenga ningún tipo de restricción para el repostaje de combustible, y con rojo, en el extremo opuesto, a aquellas en las que hay bajo o nulo suministro en las estaciones de servicio o los tiempos de espera son mayores a 12 horas.
Del último relevamiento, realizado entre el 18 y 27 de julio, surgen datos interesantes:
La última foto, con tres provincias en rojo (Santa Fe, Entre Ríos y Misiones), muestra diferencias marcadas entre la realidad de las estaciones de servicio ruteras, donde persisten los cupos y los tiempos de espera mayores debido a una menor disponibilidad de combustible, y las que se encuentran en cercanía de capitales de provincia o grandes centros poblados, que en las últimas semanas cuentan con mayor provisión.
Algunos casos paradigmáticos:
- Provincia de Buenos Aires. Al norte (en la zona de Zárate-Campana) se registran aún dificultades persistentes, no permanentes, en el acceso al gasoil grado 2, mientras que al sur (zona de Bahía Blanca) y sudeste (zona de Mar del Plata), la situación es de total normalidad.
- Tucumán y Chaco. Ambas resultan «amarillas» (promedio de suministro inferior a lo normal, leves demoras para cargar), pero en la zona de San Miguel de Tucumán y Resistencia, los reportes son «verdes».
- Mendoza. El promedio total de respuestas arroja naranja intenso para el distrito (promedio de suministro entre 21 y 50 litros por unidad, demoras sustantivas en tiempos de espera y sobrecostos), pero en la zona de la capital la situación es de normalidad.
La escasez se redujo a costa de un aumento generalizado del precio de los combustibles. Y no se trata de una consecuencia menor, pues históricamente el combustible es el principal insumo de la actividad de transporte por rutas, habiendo llegado a representar en febrero de 2022, previo a la crisis, entre un 35% y un 40% en la estructura de costos para los trayectos de media y larga distancia.
En la actualidad se observa un abastecimiento que mayoritariamente se da a través del Euro 5, que resulta indudablemente un tipo de gasoil más costoso, lo que colabora en el aumento de los costos para el transporte y la logística.
«Previo a la crisis de abastecimiento de los combustibles sólo un 13% del consumo de los vehículos pesados demandaban Euro 5, el resto utilizaba gasoil común (o grado 2). El diferencial de precios en ese momento (febrero de 2022) entre uno y otro tipo era de 21,5%. En julio de 2022, conforme los precios de combustibles que habilita YPF y sus operadores asociados en OPESSA (operadores de Estaciones de Servicio S.A.), el valor del gasoil común (en CABA) se encuentra en el orden de los $128,10 por litro, mientras que el Euro 5 asciende a $175 por litro, con lo que la diferencia de precios se amplió y ahora resulta del 36,61%«, explican los especialistas en Energía que integran el Departamento Técnico e Infraestructura Vial de FADEEAC.
«Tras más de cuatro meses de anormalidades soportadas por los transportistas, el segmento más vulnerable de la cadena energética, desde FADEEAC solicitamos se auditen transitoriamente los mercados de abastecimiento de combustibles para el transporte pesado. Aunque con diferente intensidad según el lugar del país del que se trate, los problemas de abastecimiento continúan. Ahora el ajuste no es por cantidad sino por precios«, dijo Roberto Guarnieri, presidente de FADEEAC.