Comienzo exitoso: crecen las ventas de los camiones Scania impulsados a gas en Brasil
Tal como lo venimos señalando en otros artículos, Scania es una de las marcas que más apuesta por el gas como combustible alternativo para sus camiones en aplicaciones de media y larga distancia por su rendimiento y bajo costo operativo. Las primeras unidades impulsadas a GNC/GNV comenzaron a fabricarse en Brasil a principios de año y hace algunas semanas atrás se concretó la primera entrega a la empresa RN Express que se encarga de la logística y el transporte para L’Oreal. Pero no es la única, Jomed y PepsiCo también anunciaron sus intenciones de adquirir su propia flota en el país vecino.
Presentado el año pasado en Fenatran, el R410 Green Efficiency (a gas) ya acumula 27 pedidos –de los cuales, el mayor es el de PepsiCo, con 18 unidades-. Silvio Munhoz, Director de Ventas de la marca sueca en Brasil señala que las empresas nacionales y multinacionales buscan reducir las emisiones de CO2 en sus cadenas logísticas y en ese sentido, los camiones a gas representan una gran ventaja, ya que –en el caso de utilizar biometano- pueden lograr un costo por kilómetro un 17% más bajo respecto a las diésel. Inclusive, en aplicaciones fuera de ruta, la reducción llega hasta un 7%. Cifras que teniendo en cuenta una flota de varias unidades, representa un notable ahorro.
Otra compañía que ya recibió un R410 a gas –en configuración 6×2- es la transportista Arco –del Grupo Charrua- que será utilizado en el estado de Rio Grande do Sul y realizará la distribución de combustible para industrias y estaciones de servicio. Esta variante cuenta con un motor de 6 cilindros en línea y 12,7 litros, que desarrolla 410 CV a 1.900 rpm y 204 kgm de torque entre las 1.100 y 1.400 rpm asociado a la conocida caja automatizada Opticruise. Para esta unidad, la empresa contrató además el programa de mantenimiento Premium flexible de la marca, que según Scania, permite reducir el costo de mantenimiento hasta en un 25% e incluye las revisiones preventivas y cualquier reparación de manera personalizada y específica para cada unidad.
La principal dificultad para lograr un mayor volumen es su costo: los camiones impulsados a gas cuestan alrededor de un 30% más en comparación con sus pares diésel, pero esa inversión inicial se amortiza rápidamente con el ahorro en costo operativo y más aún si, como en Europa, se aplicaran beneficios tributarios para su adquisición, una materia pendiente a nivel regional.