Informe FADEEAC: en enero, los costos subieron 4,7% impulsados por el aumento en el combustible
Más allá del impacto de la pandemia en todos los rubros y actividades, el sector del transporte, que ya viene golpeado desde hace años por los continuos aumentos y la falta de competitividad, no logra tener un respiro, sino que por el contrario su situación se agrava cada vez más: de acuerdo a las estadísticas de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), en enero el Índice de Costos del Transporte -elaborado por la entidad tomando como base 11 rubros que impactan directamente en los costos de las empresas-, subió un 4,7% y ya acumula un 38% de aumento en los últimos 12 meses.
Este porcentaje se registra luego de la suba récord de 5,52% en octubre y los aumentos del 3% en noviembre y diciembre de 2020. Como en otras oportunidades, el principal factor que llevó a estas cifras fue el incremento en el precio del combustible, insumo clave para el sector, que escaló un 10% frente a los valores de diciembre. El único dato alentador es que, luego del cierre del año pasado con una suba acumulada del 35% y a pesar de la importante aceleración en los últimos seis meses, el incremento de los costos de transporte evidencia una desaceleración respecto a 2019 (47%) y sobre todo de 2018 (61,5%).
Tal como señalamos anteriormente, el rubro que registró el mayor incremento en el primer mes de 2021 fue el combustible (+9,88%, su mayor aumento en más de dos años y el sexto ajuste consecutivo desde agosto para los segmentos mayorista y minorista). De esta manera, el aumento promedio del diésel llega al 33% en los últimos meses. Asimismo, también subieron las patentes (52,69%), neumáticos (5,47%), lubricantes (3%), material rodante (2,64%) y reparaciones (2,11%).
Desde FADEEAC reiteraron la advertencia por la delicada situación por la que atraviesa el sector, en el que predomina la incertidumbre de cara a los próximos meses: “El resultado de enero, que mantiene la tendencia de fuerte aceleración de los costos en la segunda parte del 2020, constituye una preocupación para la actividad, en una coyuntura donde la emergencia sanitaria en el transcurso del año implicó que numerosas ramas del autotransporte de cargas hayan venido operando por debajo de su capacidad operativa. A ello se le sumaron los sobrecostos asociados y los cambios en la logística acarreados por el escenario pandémico, que implicaron una reducción de la actividad, tras el 2018 y el 2019 de marcada recesión”, finaliza el informe.