Iveco-Astra y Allison Transmission fueron elegidos para operar en algunas de las obras de construcción más difíciles del mundo
Temperaturas extremas, caminos prácticamente inexistentes, cargas extrapesadas… esas son sólo algunas de las condiciones que deberán enfrentar diariamente los camiones Iveco-Astra equipados con transmisiones Allison que fueron elegidos para trabajar en algunas de las obras de ingeniería más difíciles a nivel mundial: el proyecto de la mina de esquisto bituminoso y la central eléctrica de Attarat Um Ghudran, en Jordania y la central eléctrica de gas natural de Kinyerezi, en Tanzania.
Según un comunicado oficial publicado por la firma estadounidense especializada en cajas de cambio y sistemas de transmisión, la empresa transportista jordana Orient Heavy Haulage adquirió varios camiones Iveco-Astra HD9 tractor con cajas automáticas Allison para ampliar su flota, dadas las capacidades de rendimiento de estos productos.
La transmisión provista por Allison multiplica de manera suave el par del motor para proporcionar más potencia a las ruedas, lo que se traduce en una rápida aceleración y maniobrabilidad. Así, los conductores sólo tendrán que concentrarse en las condiciones de la ruta sin tener que preocuparse por realizar los cambios de marcha.
Al respecto, Bruno Re, ingeniero de aplicaciones de Allison Transmission, destacó: «Los conductores que remolcan más de 300 toneladas de carga deben viajar a paso de caracol. Necesitan una gran capacidad para superar pendientes en largas distancias y a temperaturas extremas».
Las unidades serán utilizadas para transportar diversos equipos pesados en las obras de construcción de la central eléctrica jordana, incluido un generador de vapor de 327 toneladas. Los camiones están preparados para circular por terrenos difíciles en el proceso de excavación de la boca de la mina, así como en la construcción de cimientos de calderas y otras necesidades de infraestructura.
